Gustavo L. Solórzano
Con circunstancias diversas, la navidad es una época maravillosa. Familia, salud y vida, más allá del regalo material, son lo que verdaderamente importa. El dinero, si bien es cierto, es un apoyo importante, no determina la felicidad pues esa depende de otros factores no materiales. Tristemente algunas personas toman estos días para realizar acciones ilícitas en detrimento de gente noble, bondadosa e ingenua, que cree, que confía en los demás.
Cada año de vida, nuevos retos, nuevos compromisos y desde luego, nuevos objetivos. La vida es eso, una constante que permanece con nosotros y sin nosotros, hacer el bien sin dejar de ser humanos, es nuestra tarea principal. Hay hogares en Colima, del mundo ni hablo, en donde comen tortilla con sal, jitomate y chile, a veces, solo queda un ingrediente por consumir. Lugares en donde un par de botellas plásticas, apachurradas y amarradas con mecate, se usan como calzado. “Yo de niña nunca tuve una muñeca” me dijo una señora de la Nogalera, municipio de Comala. “fiesta tampoco, apenas teníamos pa comer”. Obviamente esa mañana se llevó una muñeca y hasta le dio de palos a la piñata.
Injusta o no, la vida representa una oportunidad para crecer mediante el servicio a quienes menos tienen. Hacer un recuento de los minutos perdidos en la indiferencia, el enojo y cualquier mal sentimiento innecesario, para trazarnos nuevas metas cada día. No hablo de mañana ni de pasado mañana, hablo de hoy, partiendo de la máxima de que solo somos dueños de nuestro presente. Cuando usted me lea, entenderá que mucha gente se ha ido a pesar de sus planes futuros, a pesar de sus bienes materiales y posiciones laborales. Nada es para siempre, vivir el aquí y el ahora es una sana obligación.
Ya está aquí la navidad, sumar como buenos ciudadanos responsabilizarnos de lo que pensamos y hacemos. Establecer nuevos compromisos y sobre todo, crear, construir, y vivir y disfrutar con gratitud. Mucha gente no tiene casa, ni alimento, menos un buen vestido, hagamos la diferencia en esta navidad. Compartamos lo que somos y tenemos, con aquellos que necesitan, con los que se acerquen a nosotros, la tierra nos permite vivir en ella gratuitamente, el sol coadyuva para que el calor-vida, nos alimente sin costo. Estoy seguro que usted y yo, tenemos mucho que agradecer, la vida, la familia, los amigos, nuestro trabajo, los compañeros, etc.
Agradecer los “malos” momentos, las adversidades y las pérdidas, agradecer a los que cumplieron su ciclo, por el tiempo que convivimos. Mientras más agradezcamos, mayores serán las bendiciones que llegarán a nuestra vida. Prepare la mejor habitación que tenga en su corazón, elabore los más ricos manjares y vístase de gala, abra sus ventanas y ofrende incienso él viene en camino y llegará para pedir posada. Asegúrese de estar en paz, con alegría y tranquilidad, son visitas que no todos los días recibimos. Póngale pausa a su vida y dese permiso de reflexionar en ese milagro, estar aquí.
Renovemos nuestros votos, hagámoslo por nosotros mismos.
ABUELITAS:
Una sugerencia a los ayuntamientos, y a las autoridades de vialidad, es navidad, llegarán visitas propias y ajenas, por favor, demos una buena imagen, cordialidad, respeto y orientación. Ya hay quejas de multas, regaños y falta de criterio de los agentes. Colima ha sido promovida como un estado limpio, amigo, del turista, hagamos realidad ese eslogan y tratemos a todos con amabilidad. Cuidemos al turismo, recibamos con los brazos abiertos a quienes nos visitan. Respetables autoridades, eviten abusos por favor. Es cuánto.